sábado, 26 de septiembre de 2009

Un Rudo y Cursi que podría llegar a Hollywood

Mediante un casting, el actor cómico argentino consiguió un papel protagónico en un filme que ya es comercializado en La Meca del Cine. Qué dice él de este logro.

El filme mejicano Rudo y Cursi, donde Francella personifica a un caza talento de futbolistas, tiene un sabor especial. El rol principal, que le permitió trabajar junto a Gael García Bernal y Diego Luna, lo consiguió después de hacer un riguroso casting.
Bajo la atenta mirada de Alfonso Cuarón, Guillermo del Toro y Alejandro Iñárritu, directores y productores del llamado Nuevo Cine Mejicano, aprobó el examen. A partir de este trabajo, es muy probable que le aparezcan trabajos directamente en Hollywood.
¿Qué aportes le trajo para su carrera este trabajo con Campanella y el del buscatalento futbolístico que compuso en el filme mejicano Rudo y Cursi?
Interesantes aportes. Los dos trabajos, tanto en Rudo y Cursi y El secreto de sus ojos, fueron muy útiles. El hecho de haber trabajado con este grupo de autores, productores y directores mejicanos más importantes en la actualidad es un motivo de orgullo. Todo esto lo he logrado a partir de un casting. Hace años que estaba en la búsqueda de nuevos contenidos, y que los pueda transitar me hace sentir pleno porque era lo que quería.
¿Cómo se sintió trabajando con glorias de Méjico en Hollywood?
Me ha hecho muy bien, fue como un masaje al ánimo. Yo me podría quedar en la cómoda haciendo lo que hago hace tantos años, en lo que tan bien me va y en lo que recibo tanto amor, en teatro, cine y TV, pero me hace bien incursionar en otras cosas. Le reitero, siempre estoy en la búsqueda de nuevos contenidos. Cuarón (Alfonso, director mejicano) me decía que le parecía maravilloso que yo me quisiera reinventar cuando no tenía porqué correr ningún riesgo.
¿Este acercamiento a la pujante industria de Méjico puede significarle a usted un pasaporte directo a Hollywood?
Ojalá, Dios lo oiga. Quiero crecer a partir de personajes muy identificables, cotidianos. No vivo en una isla, vivo con los pies muy sobre la tierra y me gusta que me pasen las cosas que le pasa a la masa y no a una minoría selecta. Yo soy masivo y me encanta. Algunas veces he denostado lo popular, pero yo voy acompañado con eso, me gusta eso. La risa no tiene porqué estar reñida con la calidad. A mí me encanta que los productos tengan calidad. Es lo mismo que con los directores: me gustan aquéllos que cuentan historias que llegan al alma, y no esas películas que son para catorce personas y que sólo entiende el autor que la escribió y el director que la dirigió”.
¿Qué tiene el Secreto de sus ojos que seduce y somete al espectador y a la crítica?
Es una gran película. Reconozco que es un cóctel explosivo. Tienen cosas interesantes. Campanella ha logrado mezclar perfectamente el thriller, el suspenso, el amor y el humor. Es un filme con una historia creíble, contextualizada en una determinada época de nuestro país. Además, las fantásticas actuaciones de Ricardo y Soledad (Villamil). Nada es casual.
El cambio de registro actoral que hizo para el cine ¿se parece al que realizó en teatro cuando trabajó en Los Productores y ahora con El joven Frankenstein?
Me pasó en Productores y El joven Frankenstein o también con Casados con hijos (TV) que es un contenido diferente a otros que tuve, con diálogos muy inteligentes, con libros muy bien escritos. No abundan las buenas ideas así que como un actor que ya está en una edad madura me dan mucha felicidad este tipo de situaciones.


"Lo primero es la familia"

En Los Benvenuto, aquel recordado programa televisivo en el que trabajó Francella, había un lema que regía las historias que allí se desarrollaban. “Lo primero es la familia”, era la consigna que se disparaba al final de este exitoso y recordado envío.
La realidad de Guillermo no dista del mensaje que se transmitía desde la ficción. Casado hace veinte años con María Inés Breña, tienen dos hijos, Nicolás (18) y Joanna (15), con quienes tiene una excelente relación.
“Soy calentón, demasiado visceral, pero no me retan, les causa gracia. Soy un tano calentón y mi ira les causa risa. También les hincha que los esté observando todo el tiempo. Pero tengo una relación muy linda con ambos”, comentó.
Hijo de un empleado bancario fanático de Racing y de una ama de casa, Guillermo lamenta no tener a su padre acompañándolo. “Lo perdí muy joven y no conoció nada de lo mío, ni a mi esposa, ni a mis hijos. Es un dolor que llevo muy marcado en mi corazón”, dijo.
“Yo creo mucho en los cimientos, en mi papá, mis abuelos, en el patio, la calle”, destacó. Guillermo Ricardo Francella nació el 14 de febrero de 1955. Tiene un hermano cuatro años mayor que él llamado Ricardo. Su padre, además de empleado bancario, fue profesor de gimnasia en Racing Club de Avellaneda.

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