sábado, 26 de septiembre de 2009

Todos esperan a Boogie, el aceitoso















































Emilio Marcelo Jozami
mjozami@elliberal.com.ar

Boogie, el aceitoso está cerca. Después de andar por diversos festivales internacionales del cine del mundo, y quedar seleccionado entre los diez mejores filmes de animación, se prepara para desembarcar en cincuenta salas cinematográficas argentinas, entre ellas las de Santiago.
Basada en el genial personaje de Roberto Fontanarrosa, la película conserva la misma esencia de las historietas y su estética impactará en el público adolescente y adulto. Así lo adelantó, en diálogo exclusivo con PURA VIDA, su director, Gustavo Cova.
“Uno de mis grandes orgullos es haberle sido fiel a la ideología y al personaje. Cuidamos mucho de que esto se vea reflejado en la película”, comentó el realizador argentino quien confirmó la fecha de estreno nacional: el próximo 8 de octubre.
Cova no olvida el momento en el que el propio Fontanarrosa aprobó el guión. “Llegó a leer un primer libreto y vio un trailer que hizo la compañía (Ilussion Studios) para empezar a mover la película y conseguir financiación. Quedó muy contento”, resaltó.
Pablo Echarri, la voz del matón concebido por Fontanarosa, sostuvo que Boogie es el alter ego de los argentinos. ¿Comparte ese punto de vista?
Las tiras del “Negro” estaban llenas de sarcasmo e ironía y tienen un humor genial. Hay que entender los dobles discursos, de cómo trabajan los textos, con esa crítica profunda que tienen cada uno de sus chistes. El personaje tiene una fuerza que trabaja desde lo profundo del inconsciente de cada uno. El “Negro” criticó toda una forma política y social del imperialismo y, especialmente, de la violencia que todos llevamos dentro.
Su filme se estrena en un año donde la violencia, en sus más variadas formas, se instaló en el país ¿Será Boggie un disparador para reflexionar sobre este tema?
Dios quiera que así suceda y que el “Negro” nos ayude para que esto pase. Lo peor que nos puede suceder es que se lo tome linealmente y no se lo entienda como lo que es: una crítica muy interesante a todo un sistema donde reina la violencia. El “Negro” escribió estas historietas entre fines de los 70 y principio de los 90. Nada ha cambiado. Hemos ido empeorando como sociedad. Esto, hace veinte años, indudablemente tenía significado y hoy, en realidad, se exacerba. En vez de ir avanzando en el mundo, somos pendulares y volvemos al lugar de origen. Todavía tenemos mucho para aprender y corregir. En esos flancos oscuros abunda nuestro racismo, nuestra intolerancia y la violencia. Y es aquí donde Boggie pega más fuerte.
¿Qué los une y qué los diferencia al asesino a sueldo de Fontanarrosa con Harry, el sucio, el policía violento y justiciero de Clint Eastwood?
Los separa, básicamente, la ironía y la ideología. Las películas de los años 70 estaban nutridas de una gran violencia. Eran tiempos donde, en EE.UU., estaba en apogeo la Guerra Fría y el desastre que hicieron en Corea y en Vietnam. Transformaron a la sociedad en una masa violenta, imagen que trataban de contrarrestar con el rock y el hippismo. Había un ala ultraderecha que quería imponer el gatillo fácil como la única forma de justicia y que defendía ese modo de vida y de manejar un gobierno. Justamente, Boogie es una cargada a todo esto, una mirada burlona a todo ese sistema. Es el punto de partida desde donde más se diferencian. Después, en las acciones, por desgracia, Boggie y Harry son muy parecidos.
¿La gente avala hoy a los Rambo y Harry que hay en la Argentina?
Hoy, uno puede reírse un poco con los Rambo y los Harry. En aquél momento, la gente no se reía sino que aplaudía a estos personajes. Boogie es el sarcasmo de todo esto desde la visión de un sudamericano. La mirada de Fontanarrosa es inteligente y culta. El “Negro” era una persona preparada y popular y con un lenguaje muy abierto, cotidiano y con una llegada a la gente desde el llano. La gente se divertirá mucho cuando vea la película. La idea fue hacer una película sumamente entretenida, de alto impacto estético y contar una muy buena historia. Es el mejor tributo que le hicimos al personaje.
¿Qué encontraron en Echarri que no haya tenido Micky Rourke para elegirlo como la voz de Boogie?
Lo de Mickey Rourke fue una coincidencia y una intención de nuestro CEO José Luis Massa. Cuando Mickey vio el proyecto se interesó pero, por cosas de la vida, se fue distanciando y después del Oscar que ganó por El Luchador fue inaccesible. De todas formas, quedó abierta su posible participación cuando hagamos la versión en inglés. Ahora bien, la voz de Pablo nos parecía que era lo suficientemente áspera. Pablo tuvo que hacer un gran trabajo para desprenderse de su porteñismo a la hora de hablar.

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