sábado, 5 de septiembre de 2009

El actor que le ganó al galán

El hijo de Beatriz Taibo trabajó en las telenovelas argentinas más emblemáticas. Desde Piel Naranja (1975) hasta Por amor a vos (2008), Raúl demostró su capacidad interpretativa. Tuvo de partenaire a figuras como Soledad Silveyra (Laura mía y La ley del amor), Carolina Papaleo (Una voz en el teléfono), Andrea del Boca (Andrea Celeste y Señorita Andrea) y Luisa Kuliok (Venganza de mujer), entre otras.
Fue actor fetiche de Alberto Migre y Abel Santa Cruz. Hoy, recorre los caminos de la Argentina con la obra Closer. Se prepara para volver a la televisión.
¿Cree en el concepto de galán en una época en la que la televisión cuenta el amor de otra manera?
No se como sería contar el amor desde el galán, en este caso. Nunca creí en lo del galán, exclusivamente, Siempre creí en el actor que interpreta ciertos personajes que puede tener “galanura” o no. Como actor, nunca me metí dentro de un personaje de galán. Me han encasillado en eso, me han puesto rótulos y se sigue hablando de todo esto.
En la década del 80, con Ricardo Darín, entre otros, formó parte de los llamados Los Galancetes. ¿Logró romper con este estereotipo?
Nos pusimos el mote a nosotros mismos. Eran tiempos en que hacíamos temporada en Mar del Plata. El nombre era hasta irónico y sarcástico porque, a la vuelta de nuestro teatro, estaban los galanes. Como para embromar con ese rótulo que ponían en el cartel del teatro, nos hicimos llamar Los Galancetes. De ahí se derivó en Los Galancitos. Es un rótulo que nos puso el sistema. Hasta formamos un equipo de fútbol que representó a la Asociación Argentina de Actores, con el que supimos viajar a Santiago.
¿Qué opinión tiene sobre las telenovelas que se filman actualmente?
Sinceramente, no veo muchas telenovelas. Sí puedo hablarte a partir de la última donde trabajé, Por amor a vos. La novela contiene diversos géneros. No es solamente un melodrama, como era antes, sino que dentro de un mismo espacio horario conviven muchos géneros. Te cuentan un cuento lo más verdadero posible.

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