QV4, humor para toda la familia

Por Emilio Marcelo Jozami mjozami@elliberal.com.ar
Gustavo Parrado, Daniel Saldaño y Agustín Pérez Albert son QV4, el exitoso trío humorístico que hoy hace reír a todo el país. Músicos y actores, merced a sus renovadas propuestas trascendieron desde los pub de Tucumán, ciudad donde nacieron, a los grandes escenarios del país, especialmente en Carlos Paz, donde son mimados.
En el medio de una gira nacional, donde presentan Deja Vu, preparan el espectáculo que estrenarán a mediados de diciembre en la villa veraniega cordobesa. Saldaño, en diálogo exclusivo con PURA VIDA, habló sobre el fenómeno que representan.

¿Qué sugieren a través de “ese algo ya visto o vivido” en Deja Vu, su nuevo show?
Deja Vu plantea un espectáculo de música y humor donde la propuesta es reflejarnos en la gente. Lo mismo que nos pasa a nosotros en el escenario, seguramente, a algunas de las personas que están abajo les habrá sucedido en algún momento. Queremos que, de alguna manera, que la gente se reencuentre con las cosas que alguna vez hizo en su vida.

¿Desarrollan una temática puntual o apelan a varios recursos para hacer reír?
QV4 tiende, siempre, a presentar un espectáculo variado donde los scketch, por una cuestión de dinámica, no duran más de ocho minutos. En el show se ejecutan diversos instrumentos musicales (guitarra y piano) e interpretan diversos temas, que van desde un rock hasta el folclore y también la ópera. Buscamos impactar gratamente.

¿Dónde radica el éxito de QV4?
Pasa netamente por una cuestión de necesidad de la gente. Siempre, la gente de ver espectáculos donde haya divertimento. La variedad de QV4 hace que, a la hora de elegir, prefiera ir a nuestro show. Además, modestamente, la calidad vocal e interpretativa hace que QV4 sea el espectáculo preferido del público.

¿Hay improvisación?
Hay seriedad y responsabilidad. La gente ve a tres tipos (cantidad de integrantes) que no están improvisando nada. El espectáculo nuestro está todo bien preparado, bien ensayado, nada fuera de lugar. Nuestro público es la familia. No buscamos hacer reír con malas palabras. Eso, a los padres, los alienta a llevar a sus hijos al teatro.

¿Fue necesidad o búsqueda que los llevó a incursionar en el humor?
Mientras estábamos grabando un disco de folclore, de la mano de Carlos Sánchez (Los Tucu Tucu), QV4 era el grupo aguante para grabar ese CD. En todo el camino que hemos recorrido como folcloristas, de repente, fue tomando fuerza lo que proponíamos paralelamente con QV4 hasta que terminó imponiéndose.

¿Qué les permite el humor?
Jugar roles y evitar encasillamientos. En Buenos Aires resulta un poco imposible imponer los modismos propios de nuestra región. Uno tiene que explicarlo para que surta efecto.

¿Qué aportes les brinda Pablo Senmartín, el guionista estrella de Marcelo Tinelli?
Hemos comprobado que las ideas que nos tiró nos permiten redescubrirnos y no repetirnos. El aporte es inmenso y enriquecedor