lunes, 19 de septiembre de 2011

Ludovico Di Santo: Un elegido que salvó su vida gracias a la actuación


Los personajes al límite, como el Octavio Linares Calvo que interpreta en la novela de Pablo Echarri, son tan o menos parecidos a quien lo protagoniza: Ludovico Di Santo. El actor, abrió su alma, su cuerpo y su espíritu para un diálogo íntimo y profundo.

Por Emilio Marcelo Jozami
mjozami@elliberal.com.ar

Ludovico Di Santo fue galán adolescente en Frecuencia 04, pareja gay de Walter Quiroz en El tiempo no para, en El Capo fue un mujeriego que seducía a mujeres bien y ahora es Octavio Linares Calvo, ese abogado lujurioso y adicto a la cocaína que se destaca por peso propio en El Elegido, la telenovela que emite Canal 7 Santiago del Estero.
Sencillo, optimista y eterno enamoradizo, como el se define, este talentoso actor concedió una entrevista exclusiva a PURA VIDA. De su pasado depresivo hasta su presente de gloria con un futuro de trabajo sostenido, fueron los temas desarrollados en una larga charla con este joven nacido en Lincoln (Buenos Aires) al que le cuesta denominarse galán.

¿Qué te aporta ponerte en la piel de personas inseguras, contradictorias, que viven al límite como es el caso de tu Octavio Linares Calvo, de El Elegido?
Me aporta desde el momento en que es un trabajo y disfruto de hacerlo. Este personaje me divierte. Entra en permanentes contradicciones, como todas las personas, y eso es lo más rico que tiene. Es muy seductor bucear en la contradicción y las inseguridades de ese tipo de personas. Te permite conocer lugares del ser humano a lo que uno no va porque no se lo permite o porque le son ajenos. Yo disfruto hacerlo y me comprometo con ellos.

¿Es con el physique du rol que das para hacer estos personajes o es un encasillamiento en el que te pusieron los productores que te convocan?
Estoy dispuesto a aceptar cualquier rol que me resulte atractivo. Generalmente, los roles atractivos son los que más conflictos tienen, los que más contradicciones poseen y los que menos lineales son. Como espectador me gusta lo mismo. Los personajes que tienen más matices son los más atractivos. Eso es lo que, generalmente, uno busca cuando labura. El malo, malo, malo tiene un costado tierno y bueno. A veces, los personajes lo eligen a uno.

¿Octavio Linares Calvo te eligió o vos lo buscaste por los matices que tiene?
Los personajes son momentos de la vida que le llegan a uno, y por algo llegan en ese sentido. Me vinieron con la propuesta de hacer este personaje y me encantó. En parte los elijo y un poco es lo que me toca en suerte. Son personajes más divertidos e interesantes para hacer que el del típico héroe. Octavio Linares Calvo es el típico antihéroe, pero es inmensamente humano, lleno de valores y con códigos muy fuertes.

¿Octavio Linares Calvo te permite lucirte como actor y demostrar más?
Siempre y cuando haya un buen personaje y una buena historia para contar, te permite lucirte como actor. Un personaje es conocerse un poco uno y buscarse en uno y ver que saco de mí para este personaje. Ahí es donde uno empieza a buscar y a encontrar cosas que no sean literalmente iguales. Los problemas del personaje no son mis problemas pero yo tengo problemas. Entonces, cuando el personaje desea algo por ahí yo deseo otra cosa.

A propósito de lo que dices, ¿qué rescatas del Jagger de Frecuencia 4 y de Teo Carrasco de Alguien que me quiera, entre otros personajes?
De Teo, sin dudas, su relación con su madre. Haber trabajado con Susú (por Pecoraro) fue algo maravilloso. Fue uno de los grandes gustos que tuve. En cuanto a Jagger, en algún lugar es como mi primer gran amor. Es el personaje que más quiero, es al que más amor le tengo, es como mi adolescente perdido, con muchos miedos, muchos errores, con muchas contradicciones. Jagger me hizo crecer.

Mónica Antonópulos me decía que El Elegido critica el cinismo y la hipocresía de una sociedad.
Si partimos de que es una ficción y todo está magnificado, El Elegido es una muestra de cómo somos. Si bien hay personas que son muy h… de p… y otras que son buena gente, hay que buscar la manera de que todo sea interesante para ver. En mayor o menor medida, creo que todos somos culpables de los pecados capitales. Todos somos pecadores desde el momento en que nacemos. Desde ese lugar, El Elegido retrata eso.

También posibilita la reflexión, entre otros temas, acerca de si el ser humano es

esencialmente bueno y las razones de sus cambios de actitudes en la vida.
Es una temática para sentarse largo a conversar y determinar, como lo intentaron grandes pensadores del mundo, si el hombre nace bueno o malo y la sociedad los corrompe y lo lleva por determinados caminos. Igual, El Elegido es un retrato de eso, de la bondad y de la maldad en general que pueden llegar a tener los hombres. Podemos ser cínicos pero también hay muy buena gente y personas que al final se redime.


Lito Cruz me decía que su Oscar Nevares Sosa es un instrumento del mal mientras que Andrés Bilbao (Pablo Echarri) es el del bien.
Lo que me resulta atractivo del personaje de Andrés es que tampoco es tan bueno. Es bueno porque su fin es bueno, pero es medio maquiavélica la situación. ¿El fin justifica los medios o no? Hay una escena donde yo digo:”Por qué para hacer el bien hay que recurrir al mal”. Eso es como la síntesis: ¿cómo se hace? ¿hasta cuándo se negocia? De eso se trata, de ver hasta donde uno negocia en su afán para conseguir uno lo que quiere.

¿Por qué elegiste a la actuación como una carrera?
La depresión. Yo estaba muy deprimido en una época. No sabía que hacer de mi vida. Entonces, empecé a estudiar teatro y me di cuenta de que era eso lo que quería hacer. Es lo que me hizo sentir mejor. Es lo que le dio un sentido a mi vida. De estar deprimido y sin saber que hacer ni que desear pasé a desear muchas cosas. Fue un paso importante el que di en mi vida. Con la actuación arriesgo y pruebo y siempre gano.

¿Llegaste a la actuación por esa búsqueda misma de superación personal o por qué alguien te lo indicó?
Fue por esa búsqueda incesante para superar mi depresión. Nadie me dijo que apueste a eso. En esos momentos en que yo me sentía profundamente deprimido, lo único que me gustaba hacer era ir al cine. Era el único momento donde yo encontraba calma. Cuando se apagaban las luces yo decía:”¡Uffff! son dos horas donde no voy a pensar en nada”. A través de la actuación exorcicé demonios, me liberé de presiones y hoy vivo intensamente.

¿Esa rebeldía que se destacan en tus personajes es transferencia de tu propia vida?
¿Sabés que no? Parezco muy rebelde pero no lo soy. Supongo que utilizo a los personajes para poder rebelarme. En algún lado hay que hacerlo. Estoy sublimando.

Estrenará la obra Esa no fue la intención

Con David Nevares Sosa
hará teatro en septiembre


En septiembre, en un teatro porteño, Ludovico Di Santo estrenará Esa no fue la intención (2º parte). Dirigido por Joaquín Bonet (autor de la pieza), Di Santo tendrá como compañeros a Luciano Cáceres (David Nevares Sosa, en El Elegido), a Lautaro Delgado (fiscal Guerrieri, en El Elegido), Adriana Pregliasco, Leonardo Saggese y Sergio Surraco.

¿Puedes adelantarnos la trama de Esa no fue la intención?
Esta obra subirá a escena en el marco del Festival Internacional de Teatro.
La historia está centrada en el reencuentro de cuatro amigos para celebrar el casamiento de uno de ellos.
La vida de cada uno vista a través de sus encuentros. Su forma de relacionarse y de entender el mundo en el que viven. Las mujeres, el trabajo, las aspiraciones, los estudios, los padres, se mezclan en sus encuentros nocturnos en un ritmo frenético.

¿La estrenan únicamente para competir en el Festival Internacional de Teatro?
Esta hecha porque los chicos tenían ganas de a laburar todos juntos. Después de haberla hecho hace diez años y con gran éxito, decidieron regresar y con un personaje nuevo, al cual me lo asignaron. Surgió que nos presentamos para el festival internacional y nos aceptaron. Es una gran obra. Tiene una historia muy humana. La amistad es el eje de esta trama cautivante que escribió Joaquín Bonet.

Se sostiene que el teatro da prestigio y la TV masividad. ¿Cuál es tu punto de vista?
En el pasado era así. Yo ya no creo que esto sea así. Si creo que la tele te da popularidad pero también hay cosas en la tele que son muy prestigiosas. El Elegido es un gran programa. En el teatro también hay cosas muy buenas y muy malas. Ahora está todo muy mezclado. No creo que hoy sea tan tajante esa división.

¿Qué valor tiene para vos haber interpretado a Pato en Vidas Robadas, una tira dónde se desarrolló una temática que la sociedad suele ocultar: la trata de personas?
Tiene un valor importante. Fue muy enriquecedor trabajar con esos actores (Facundo Arana, Mónica Antonópulos, Soledad Silveyra y Jorge Marrale, entre otros) y contar esa historia. Como también fue tan importante laburar en ésta (por El Elegido) con estos actores (Pablo Echarri, Paola Krum y Leticia Brédice) y contar estas cosas relacionadas con el poder, los pecados capitales y entrecruzar la realidad con la ficción.


PARA TENER
EN CUENTA

“No me
MUEEEERO
por hacer
teatro clásico”

¿Cuáles son los temas que te desvelan y que plasmarías si tuvieses que escribirlos?

El amor, el deseo, la muerte y la creación. Estos son los temas que conmueven al ser humano. Me gustaría escribir algo sobre ciencia ficción. No sé si los autores clásicos del teatro me vuelven loco. Generalmente, me gustan más las cosas modernas.

¿Esa no fue la intención se enmarca en lo vanguardista y no en lo clásico del teatro?
Si te gusta el teatro, es imposible que lo clásico no te guste pero, tampoco me MUEEEERO, así con mayúscula, por hacer esa clase de teatro.

Laboralmente, ¿cómo cierras el año 2011?
Por ahora, El Elegido (en TV) y Esa no fue la intención (teatro). Hay un par de cosas dando vueltas pero todavía nada definitivo. Estamos a mitad de año y las cosas están avanzando mucho. Ya se empieza a hablar para el año que viene y todavía no hay nada cerrado. Hay propuestas para hacer más teatro, televisión y está dando vueltas una película también.

El punk va a estallar en Forres



Por Emilio Marcelo Jozami
mjozami@elliberal.com.ar

Sin Ciro Pertusi al frente, Attaque 77, en su formato de trío, vendrá mañana a Santiago del Estero para presentar su disco Estallar en la ciudad de Forres. Mariano Martínez (voz y guitarra), Leonardo De Cecco (batería) y Luciano Scaglione (voz y bajo) interpretarán los temas de su nuevo CD como también clásicos como Ángeles caídos, Espadas y Serpientes, No te pudiste aguantar, El cielo puede esperar, Más de un millón y Tiempo estar.

Con la ideología propia del punk (movimiento que contiene muy a menudo una visión crítica del mundo y de ver a las sociedades modernas como la puesta de límites a la humanidad, Attaque no acalla su voz en temas relacionados con cuestiones sociales y de la violencia de género. PURA VIDA entrevistó en exclusiva a Luciano Scaglione.

No es la primera vez que vienen a Santiago del Estero, pero sí será esta la primera vez en formato de trío después de la partida de Ciro Pertusi. ¿Qué expectativas tienen?

Estamos muy contentos. Atravesamos por un muy buen momento. Es una linda experiencia. Ya van dos años con esta nueva etapa del grupo y, de alguna manera, la sensación que tenemos es como si recién empezáramos. Es como un nuevo comienzo pero con más de veinte años de trayectoria. Tenemos mucha alegría de salir a la ruta para mostrar nuestro disco Estallar que salió hace un año.

¿Estallar, en lo conceptual, es una suerte de continuación del CD Karmagedon?

No hay una intención conceptual de continuidad con respeto a un hecho artístico, sino que hay temáticas que, en la carrera de Attaque, se repiten porque se trata del modo de mejorar las historias o de trazar las ideas. Entonces, es por eso que se puede encontrar un hilo conductor pero, fundamentalmente, la intención es renovarse y presentar algo nuevo.

¿Por dónde pasa esa renovación en Estallar?

Por varios puntos. Principalmente, es un disco con mucho menos producción, más natural, sin tantos arreglos, más salvaje. Está el hecho de que Mariano (Martínez, voz) canta la mayoría de las canciones. También cuenta las letras de nuestra autoría, algo que no hacíamos con mayor continuidad. Siempre le tirábamos ideas a Ciro (Pertusi, ex vocalista), quien tenía la facilidad de completarlas y nos gustaba su modo de escribir. Ahora, estamos cumpliendo roles que no estábamos acostumbrados. Esto, sin dudas, genera una frescura.

De todas maneras, sobrellevaron con hidalguía la partida de Ciro y afrontaron con valentía los nuevos desafíos que se le planteaban a partir de esta situación…

Nosotros, siempre, respetábamos el espacio del otro y tratábamos, cada uno, de mejor de posición. Un cambio tan abrupto y tan fuerte, de alguna manera, te hace sacar fuerza y capacidad para cumplir con todos los roles y que el material siga teniendo el mismo nivel que alcanzamos a lo largo de estos años.

¿Ciro se fue por qué cumplió un ciclo o por otras circunstancias?

Básicamente, Ciro cumplió un ciclo personal en su vida. Después de veinte años de formar parte y estar al frente del grupo, era comprensible y entendible la decisión de Ciro de querer cambiar el curso de su propia historia. La partida de Ciro se dio en buenos términos y fue apoyado por la banda su necesidad de querer cambiar camino. No quedó ningún resquemor ni nada pendiente en esta historia.

Podrán cambiar los tiempos y los integrantes, pero las influencias musicales, digo desde Los Ramones hasta Sex Pistol y Clash siguen intactas en la actual formación…

Además de ellos, incorporar nuevas poéticas. De esta manera comenzamos a ver material de Nirvana y The Police. Era para interiorizarnos un poco lo que era un grupo con tres integrantes. Fue también una decisión no sumar un integrante nuevo sino manejarnos con los tres porque, realmente, nos gustaba lo que estaba pasando

EL DATO
La función arrancará a las 14 con la presentación de bandas rockeras santiagueñas, entre ellas Avemanthra, agrupación que pondrá a consideración del público los temas de su segundo disco, el que puede ser adquirido en Pago donde nací (Galería Gigli).


Tema
por tema

Luciano brindó a PURA VIDA una definición de los temas que conforman su CD Estallar.

Estallar:”Después de una crisis, de una tormenta, de una situación conflictiva siempre está la chance de volver a empezar y seguir adelante”.

Días de desempleo:”En estas épocas de tanta inestabilidad social y necesidad de trabajo, no podíamos dejar de referirnos a esta cuestión social urgente en esta la Argentina actual”.

Dale poder:”Relata la historia de gente conocida que se cree que tienen más poder, por lo que cambia su personalidad y su actitud ante la vida. Cosas de la vida cotidiana”.

Memoria:”Habla de los desaparecidos. Es la historia verídica de dos hermanos que fueron apropiados en la época de la dictadura y se reencuentran después de treinta años”.

Desamor:”Es una balada con la que homenajeamos a Los Ramones. Habla de un desencuentro afectivo y le damos una intención musical de las baladas de los años 50”.

Anormal:”Es una especie de descargo con respeto a tanto modernismo y posibilidad social cibernética. En lo personal, no me gusta nada la exageración de las redes sociales”.

Disfraz:”Es una canción que habla de la necesidad de la búsqueda de una personalidad, de un modo de ser. Una suerte de conflictos de sentimientos que busca un camino”.

Cruz:”Otro descargo, pero en contra del fanatismo religioso, cualquiera sea. En nombre de una religión se permite matar y lastimar. Es una denuncia contra estas barbaries”.

Tiempo perdido: “Habla de la sensación de que el tiempo paso y que uno no hizo algo. Nunca es tarde para enamorarse o trabajar. Es una canción esperanzadora”.

Dar pelea:”Hablamos de la necesidad de no bajar los brazos y no dejarse abatir por el pesimismo. Uno puede permitirse abandonar, porque en el abandono se va la vida”.

Des-Esperar:”Habla de la violencia de género, de la violencia familiar. Estamos viviendo épocas donde todos los días se escuchan casos de mujeres golpeadas o asesinadas”.

Sueños:”Es otro tema esperanzador, optimista. Se buscan respuestas a algún modo de seguir adelante”

Apesta:”Relata la historia que vimos en un pueblo de Córdoba donde vive Mariano. Habla de una persona que, de a poco, comenzó a apropiarse de muchas tierras”.

Tucho:”Es una canción italiana de rock. Un amigo nos contó que había heredado una vendetta en un pueblo del sur de Italia”.

Adriana Salonia: Una mujer con principios


En cine se destacó en un filme estremecedor y revelador como fue La noche de los lápices. La TV es el medio que la inmortalizó en el imaginario popular. Desde Socorro 5º año hasta Chiquititas y la reciente telenovela Herencia de amor, fueron tiras donde demostró su virtuosismo, como ahora vuelve a revalidarlo en teatro con Cuestión de principios.

Por Emilio Marcelo Jozami
mjozami@elliberal.com.ar

Un hombre de 70 años y una mujer de 40 están frente a frente después de veinte años de peleas, silencios y fuertes conflictos. Son padre e hija. Él es un sindicalista una larga militancia política. Ella, una exitosa autora y editora de una importante editorial. El padre la manda llamar porque la necesita para dar forma a sus memorias, que acaba de terminar de escribir. Esta es la trama de Cuestión de principios que subirá hoy, a las 22, en Adatise, en el marco del Festival Internacional de Teatro 2010.
Escrita por el dramaturgo Roberto “Tito” Cossa y dirigida por Hugo Urquijo, esta pieza está protagonizada por Víctor Hugo Vieyra y Adriana Salonia quienes arribarán hoy a Santiago. PURA VIDA, entrevistó a Salonia, una actriz que brilló en cine (inolvidable su María Clara en La noche de los lápices), TV (desde Socorro 5º año hasta la reciente Herencia de amor) y en teatro (desde La cena de los tontos hasta Cuestión de principios).
¿Cuestión de principios sólo enfoca su mirada desde lo ético?
Y también refiere a ciertos principios que las personas tienen para funcionar en sociedad con sus relaciones a partir de ideales políticos y elecciones de vida. Aquí se da en la relación entre un padre sindicalista y su hija, exitosa autora y editora.
En el caso de este gremialista y la editora, ¿dónde se profundiza el conflicto?
Lo que ella le reclama al padre es que un hombre con tantos principios no supo ejercer para ella uno de los más valiosos que tiene que ver con la piedad hacia su familia y núcleo personal. En la intimidad de la casa, y en el entorno afectivo, ese hombre fallaba.
¿Dónde están los paralelismos entre la ficción de Cossa y la realidad circundante?
Es una obra situada ahora. Es el reencuentro entre un padre y una hija hoy. Me siento muy tocada. Tengo textos que casi te diría que si yo supiese escribir como Roberto Cossa los podría haber escrito yo. No es el caso. Por suerte, la pluma de Tito me ayuda a quedar bien.
Son cuestiones existenciales que se desarrollan a partir de ese particular vínculo…
En el planteamiento de la necesidad de fortalecer los vínculos humanos y hacer primar los principios, habla de la amistad, la familia, la relación con los hijos. Lo que Melina, mi personaje, le cuestiona a su padre es que él predicaba una cosa y en su casa hacia otra.
¿Y Él que es lo le recrimina a Melina?
De que ella tranzó con el sistema. Son reacciones típicas de una relación de padre e hijas. Hay una hija que busca la aprobación haciendo cosas que al padre no le agrada y un padre que pretende una adhesión absoluta de la opinión de su hija 20 años después de no verse.
¿Hay momentos de reconciliación en esa relación?
Tiene muchos momentos muy abiertos, sobre todo por parte de mi personaje. Si bien entra muy armada, en un momento empieza a escuchar a su padre para ver que hacer con todo esto. Hay un monólogo de ella que es desgarrador. El personaje del padre es más lineal.
¿Esa postura firme del padre tiene que ver más con su condición de gremialista?
Tiene que ver con ser un sindicalista, con la edad, con todo lo que él estudió y ejerció. Para él, esta relación es también una cuestión de principios. Los principios de padre e hija se verán confrontados fuertemente a lo largo del desarrollo de la obra.
¿Son estos los textos que te gusta abordar cuándo te convocan para teatro, cine y TV?
La verdad que sí, los disfruto muchísimo. En un texto donde hay un mensaje y se comunica mucho son los que me gustan. Los personajes de Cuestión de principios son ricos, afectivos, tienen buenos argumentos, proponen un debate y arriban a muy buenas conclusiones. Te da muchos elementos para sentirte contenida como actriz y lucirte.


Una acérrima defensora
de la TV argentina

¿Las temáticas que despliegan hoy en la televisión argentina son de tu agrado?
Uno tiene que tener en cuenta que, siempre que habla de la televisión, la televisión es un negocio. Lo que a mí me gusta, no muchas veces le interesa a un productor porque no ganará plata. Pero también, así como te digo esto, la televisión argentina no tiene mucho que envidiarles a otras. Es solo cuestión de viajar por el mundo y prender la tele.
¿Por dónde pasa la crisis actual de la televisión argentina?
Si hay alguna crisis es una crisis mundial con respecto a los contenidos. Ese es un tema donde no me quiero meter porque, de verdad, siento que no me concierne. O sea, yo como actriz puedo aceptar o no un trabajo pero pretender modificar algo que no me compete, que tenga que ver con la elección de contenidos y cuando a mí jamás se me consultaría, es como luchar contra los molinos de viento. Me parece que no tiene sentido.
Más allá de la vigencia, ¿qué te permite estar en la televisión?
Me encanta hacer televisión porque me mantiene siempre muy alerta, muy despierta como actriz y me da un entrenamiento diario. También me permite prosperar económicamente, un detalle que uno no puede dejar de lado si quiere vivir en este mundo. Determinados trabajos son para el alma, otros para el bolsillo pero eso no quita que sea muy feliz, la pase muy bien y que tenga que agradecerle mucho a la televisión.
Una gran defensora, como pocas, de un medio que es bastante cuestionado…
Sería muy injusto de mi parte no darme cuenta de que a mí me ayudó mucho. Gracias a qué hago televisión también me llaman para hacer el teatro que a mí me gusta, sino no me llamarían y la gente, tampoco, lo iría a ver. Son reglas del negocio que uno tiene que aprender a aceptarlas y a ser feliz con eso. No me gusta hablar mal de lo que me da de comer. Uno tiene que aprender lo bueno que esto tiene. Uno debe elegir y en función de eso hacerse cargo. Melina, mi personaje de Cuestión de principios, se parece a mí en esto. Nunca haría algo con lo que no estoy de acuerdo y no me sentiría cómoda. Nunca lo hice. Siempre me he sentido feliz con todos los trabajos que hice. Esa es la clave del éxito.


En cine reaparecerá
en El Abismo

La noche de los lápices fue un filme que marcó a fuego la existencia de Adriana Salonia. Haber trabajado en esa película que contaba la lucha de un grupo de estudiantes de La Plata por el boleto estudiantil, y en tiempos de la dictadura militar, le “abrió los ojos a muchas cosas”. En fecha a confirmar, se estrenará El Abismo, una producción cinematográfica nacional donde se desarrolla la historia de padres apropiadores. “Ahora me tocó estar del lado de los padres apropiadores, por una cuestión de edad básicamente. Estoy muy orgullosa de trabajar en filme que desarrollan temáticas sociales”, puntualizó.