viernes, 9 de octubre de 2009

Cau Bornes, el brasileño que le canta a Sandro

Por Emilio Marcelo Jozami
mjozami@elliberal.com.ar
Descendiente de negros e indios. Enamorado de su tierra natal, Porto Alegre (Brasil) y la adoptiva (Argentina), el cantante Cau Bornes refleja estas características en su flamante disco En Portuñol que, a mediados de noviembre, presentará en Santiago.
Su abuela materna era de Rivera (Uruguay) y su abuelo paterno nació en Paso Los Libres (Corrientes, Argentina). Sus padres son de Brasil. Ese crisol de razas lo porta con gran orgullo y lo reivindica en cada una de las canciones que eligió para su CD.
PURA VIDA entrevistó al actual esposo de Valeria Lynch y también protagonista de Doña Flor y sus dos maridos, el éxito teatral que concibió en la porteñísima calle Corrientes y que, en diciembre próximo, llevará a Carlos Paz.
¿Por qué le cantas a Brasil?
Porqué nací y crecí con la música brasilera. Mi papá fue músico de Vinicius de Moraes y Tom Jobim. A los ritmos de mi tierra los llevo en mi alma.
¿Qué repertorio presentas en tus shows?
El CD que presento por el país tiene canciones que interpreto en portugués y en español. Grabé desde Capullito de Alelí hasta María va y Anahí.
¿Es el disco donde le rindes un homenaje a Sandro?
Sí. Me animé con dos clásicos de él: Penumbras y Trigal. Mi mujer, Valeria Lynch, estuvo con Sandro y él le dijo que quedó encantado con la versión de Trigal.
¿Qué has encontrado en estos dos temas del “Gitano”?
La poesía directa, que llega al corazón, y la cantidad de bellas metáforas que utiliza. Es muy difícil interpretar a Sandro. Lo mío es un desafío. Sandro es un músico completo.
¿Cómo definirías al trabajo discográfico que traerás a nuestra ciudad?
Cariño es la palabra que lo pinta. Cariño por mi país y por la Argentina. Cariño por las canciones que escogí y por el cariño que recibo de la gente. Cariño a un género que identifica a la Argentina, el tango. Expresé mi cariño haciendo versiones de El día que me quieras y Uno. Es un disco que habla del amor, del amor a mi mujer, Valeria, para quien escribí Sueño con Valeria. Mi disco tiene bossa nova, jazz, cha, cha, cha, samba, tango y baladas. Es variado y bailable.

Argentina y Doña Flor

¿Por qué te quedaste a vivir en la Argentina?
Hace ocho años vine a la Argentina para actuar en Historia de amor, locura y de muerte, un filme que narró la vida de Horacio Quiroga. Después me quedé para grabar la versión brasileña de Chiquititas. Conocí al gran amor de mi vida, Valeria Lynch, y esto terminó de consolidar mi presencia en la Argentina.
¿Carlos Paz o Mar del Plata con la obra teatral Doña Flor y sus dos maridos?
A partir del 16 de diciembre, Carlos Paz. Anteriormente, desde el 8 hasta el 12 de octubre en Paraguay. No estará Adabel Guerrero y es muy posible que se incorporen Cecilia Milone o Flavia Palmiero. Siguen Norma Pons yo y Gonzalo Urtizberea.
¿Qué significó para vos interpretar a Vadinho, personaje emblemático de la obra de tu compatriota Jorge Amado?
Una responsabilidad muy grande. Un orgullo y fascinación por esta historia real acerca del comportamiento de una persona que debía darse tiempo para estar con sus dos mujeres. El amor es el motor de esta historia. El amor es lo que sostiene a los personajes. Con amor, uno puede superar crisis. Me siento muy contento por el trabajo que realizo y por las excelentes críticas que recibió todo el elenco.
¿Qué te hizo repensar al trabajar con un texto de Amado?
Que uno tiene que valorar mucho a la persona que tiene a su lado. Más allá de la rutina o los problemas normales en la pareja, siempre el amor es más fuerte. Vale la pena luchar por amor.

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