Carlos Calvo, un actor con actitud positiva

Por Emilio Marcelo Jozami
mjozami@elliberal.com.ar

Una hora y media de gags, delirios y risas al por mayor es lo que propone Taxi II, la obra que será presentada en el teatro 25 de Mayo el próximo miércoles 28, a las 22. Uno de los protagonistas de esta historia, que respeta el mejor humor del guionista Ray Cooney, es Carlos Calvo. El inolvidable Carlín concedió una entrevista a PURA VIDA.
¿Qué rescata de la historia que desarrolla Taxi II?
Fundamentalmente que es una comedia muy inteligente, ingeniosa y con un humor sutil. Su humor está basado en las situaciones y no en que el actor se haga el gracioso. La historia de esta obra está ambientada quince años después de Taxi I y se enfoca en Robin y Vicky, los hijos que John (Fabián Gianola) tiene fruto de su doble vida. Los chicos se conocen chateando por internet. Cansados de encontrarse en la red y ante tantas coincidencias que descubrieron en sus vidas (el padre de ambos se llama igual, tiene 43 años y es taxista) deciden ponerle fin a la incertidumbre y realizar el gran encuentro, que le puede complicar la vida a John y sacar a la luz su bigamia.
¿Hay una diferencia entre la primera parte y la segunda?
Quien no haya visto Taxi I no tendrá ningún problema en entender a Taxi II porque la obra te plantea, de entrada, cómo es la situación: un padre desesperado porque sus dos familias descubrirán un gran secreto. Es una comedia que muestra una capacidad autoral, como la de Ray Cooney. Este tipo tiene un delirio fascinante cuando escribe. Una de las cosas más maravillosas que tiene Taxi II es que el delirio que hay arriba del escenario todo el tiempo es creíble…
…esa credibilidad, seguramente, es por que tiene coincidencias con la realidad…
Desde luego. En la realidad, muchos tienen cosas que ocultar inclusive una bigamia como plantea esta obra. El director Carlos Olivieri tuvo la delicadeza de hacer una puesta acorde a la obra y manejó muy bien a los actores, que cuentan una historia con mucha verdad y gracia, usando siempre el guión original y no saliéndose de la estructura del mismo, sin recurrir tampoco a lo chabacano.
Es que el recurso de la ramplonería es utilizado cuando no hay un texto sólido…
Nosotros trabajamos en serio, con actores prestigiosos y con una historia sólida. Tener actores de categoría, como Mario Alarcón (el juez en el filme El secreto de sus ojos) nos da la garantía de que estamos haciendo una comedia muy en serio, con muchas ganas y energías. A Santiago no le vamos a fallar…
Dignificando a un género (la comedia) que, muchas veces, es menospreciado…
Es maltratado porque, generalmente, los guiones no existen o porque la estructura teatral en la comedia es muy vulgar y débil. Cuando esto sucede, los actores recurren a chistes baratos para que la gente se ría. Por suerte, éste no es el caso. Haber ganado, en Mar del Plata, el premio Estrella del Mar a la Mejor Comedia ha sido un orgullo para nosotros. Cuando lo ganamos estábamos compitiendo contra La cena de los tontos (Adrián Suar-Guillermo Francella) y En la cama (Gerardo Romano)