sábado, 17 de octubre de 2009

Adrián Otero, el hombre que regresó del infierno

Por Emilio Marcelo Jozami
mjozami@elliberal.com.ar

Adrián Otero, el Señor Blues está cambiado. Y disfruta de esta nueva etapa de su vida. Se alejó del largo y tortuoso camino que lo llevó a su adicción al alcohol y a la cocaína.
Gozoso recorre el país como solista para presentar Imán, el disco más rockero de su carrera, después de haberse alejado de Memphis: La Blusera.
El bluesman mostrará otras facetas. “Hago un concierto acompañado por un pianista. Cuento la historia de las canciones. Es más personalizado. En este marco, reluce también mi faceta de actor, humorista y hombre de relato”, le dijo a PURA VIDA.
¿Qué te llevó a trabajar con este formato más intimista?
Es una veta que no había explotado. Cuando lo estrené, en Buenos Aires, me dio placer hacerlo. Es otra manera de cantar, sin la presión del bajo, la batería. Puedo utilizar otros pliegues de mi voz. Es una faceta artística que estoy buscando y encontrando.
¿Qué resultados has obtenido en esta nueva búsqueda en tu carrera como solista?
En definitiva, lo que estoy heciendo es ser feliz y libre. Eso es importante porque mi etapa con Memphis estaba concluida. Fueron 27 años donde le dí todo a la banda y a la música. Después de meditarlo mucho, ponerme de acuerdo conmigo mismo y en paz con mi conciencia y mi salud, le dije adiós a Memphis. Ahora estoy recomenzando. Grabé un disco como solista, que se llama Imán. Hice un videoclip. Ayer grabé un DVD. El próximo 6 de noviembre grabaré otro DVD.
¿Esa felicidad y libertad se traduce en estar más tiempo con tu familia y disfrutar de las pequeñas cosas que te da la vida a diario?
Eso se debe después de haber atravesado por una etapa infernal, tocado fondo, luego salido a flote y haber tenido, vamos a decirlo en términos prosaicos, los huevos suficientes como para reconocerme, trabajar en mí y sacarme los vidrios de los ojos y poder ver a la gente con absoluta naturalidad. La libertad, en todo sentido, como consecuencia me pone feliz.
Este estado de ánimo, esa liberación de las garras de las drogas, esa purificación de tu alma, ¿está reflejado en Colapso nervioso, el primer sencillo de Imán?
Más que nada lo veo reflejado en todo el disco. A las canciones de Imán las escribí compulsivamente, en el buen sentido de la palabra compulsión, en tan solo un mes e inclusive me quedaron quince canciones afuera. Es un disco bastante optimista, lleno de calor y luz. Ahora mismo estoy viajando para Santiago y voy a transmitirle a la gente todo esto que estoy sintiendo. Santiago del Estero es una de las provinciales más musicales de la Argentina. La gente va a notar ese disfrute aunque alguna canción que cante sea triste o melancólica, ¿verdad? Se nota mucho que estoy muy desprendido y entregado al arte y no a otras cosas…
No te olvides que nuestra chacarera es tristeza y alegría, características que la emparentan con la poesía del blues…
Desde que el hombre se paró en dos patas es que está buscando el agujero que le falta. Es lo que uno transmite estando en estado natural. Es la búsqueda de esa nada. Somos un relámpago entre la nada y la nada. Me estoy consumiendo y a mí me toca hacer el oficio de transmitir ese relámpago de vida que tengo entre la nada antes de haber nacido y ya cuando desaparezca. Este es mi momento.
¿Memphis te sumergió en la oscuridad e Imán te dio la luz para recuperarte?
Memphis me dio muchas cosas, tanto buenas como malas. Me brindó éxitos, viajes y abundante trabajo. Me costó mucho dejar de hablar en plural para hacerlo en singular. Sabía que iba a tener que dar explicaciones por Memphis. Soy un tipo dichoso de haber dejado esa etapa atrás. Conozco el morbo de la gente y sé que el fracaso y los excesos tienen más glamour que el triunfo y la salud. Y bueno, que se banquen mi felicidad”.
Interpreto que, a partir de tu propia historia con las adicciones, entiendes mejor que nadie a Charly García
Entiendo lo que le pasa a Charly García, que es una persona pública; pero también entiendo a cualquier ser humano que tiene la desgracia de caer en la garra de este monstruo. Después de haberlo meditado he concluido que esto es un genocidio planificado que no respeta profesiones, clases sociales ni creencias religiosas. Este es un genocidio planificado desde el poder en búsqueda de dinero. Es un problema tan grave como la guerra o como cualquier otro elemento destructivo. Cuando uno puede liberarse de esta porquería puede disfrutar mucho de la vida. De esto soy testigo y testimonio.

Qué cantó
Adrián Otero cantó las diez canciones de Imán (desde Tu belleza hasta Colapso nervioso e Ilusión y Argentino). Además realizó un repaso de su carrera. Es así como aparecerán clásicos como Moscazo, pizza y fainá, La Bifurcada, La flor más bella y Blues de las 6 y 30.

¿Machista, yo?
“Tengo una banda nueva que me acompaña en ocasiones. Cuando salgo, habitualmente, me acompaña el pianista Hernán Zamora. También comparto el escenario con mi hijo Julián (19) en la batería y con una mujer en el bajo. Muy extraño ¿no? Para un tipo tildado de machista, tener una mujer en el grupo es muy extraño”.
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