sábado, 17 de octubre de 2009

Fabián Gianola no le teme a nada

Por Emilio Marcelo Jozami
mjozami@elliberal.com.ar

Fabián Gianola es un hombre multifacético, un actor que le escapa a los encasillamientos y se desarrolla con solvencia tanto en la comedia como en el drama, y en la conducción en televisión. Tiene un don para hacer reír y un carisma arrollador.
El recordado intérprete de La familia Benvenutto llegará a Santiago el próximo miércoles 28 para presentar, en el teatro 25 de Mayo, Taxi II. Estará acompañado por Carlos Calvo y Adriana Salgueiro, además de un gran elenco.
Forjó su carrera con actores como Luis Brandoni, Ricardo Darín, Guillermo Francella, Osvaldo Miranda, Robert Forran y Emilio Disi. “Me he nutrido de muchos comediantes que me han hecho divertir y crecer”, destacó Fabián a PURA VIDA.
¿Hacen una puesta exacta del texto original de Ray Cooney?
Realizamos una traslación fidedigna. Respetamos la esencia. Hay cosas muy puntuales que pasan en todas partes del mundo: infidelidad, mentira, bigamia. No era nuestra intención darle un carácter argentino a la obra.
¿Quién no vio la primera parte, comprenderá la segunda?
Si no viste la primera, igual entendés perfectamente la segunda. Todo transcurre sincronizadamente. Es una historia sencilla, pero efectiva. Es una pieza teatral que la hicimos con mucho rigor para que salga bien, porque es una obra muy difícil de hacer.
Además, es una obra que no apela a la grosería…
Porque no es el recurso para hacer divertir a la gente. Nos interesa que el público disfrute del espectáculo con un contenido sano, puro. Esto hace que la gente se ría muchísimo. Esto es una parte del gran éxito que tiene Taxi II.
Cuenta, también, con un elenco de primeras figuras…
Los elencos definen siempre el trabajo. Taxi II tiene un elenco importante donde están Carlos Calvo, Adriana Salgueiro, Andrea Campbell y Mario Alarcón. Es un elenco muy sólido a la hora de trabajar. Cuando están en el escenario, la obra sale muy bien porque son profesionales de muchos años y con mucha trayectoria en comedia.
¿De qué manera influye la situación del país en la búsqueda de cosas que permitan a la gente escaparse momentáneamente de la realidad?
Mucho, muchísimo. La gente necesita divertirse. En el país, vivimos tiempos muy difíciles, de mucha intolerancia y violencia, de mucha tristeza, dolor y muerte. La gente necesita reírse. Aunque sea por una hora y media quiere dejar de ver los noticieros y la realidad alrededor. Reírse es un ejercicio saludable. A pesar de la situación actual del país, gracias a Dios, conseguimos hacer reír a la gente. El actor que puede hacer reír a la gente tiene un don particular. Muchas veces resulta difícil hacer que el espectador se divierta con ganas.
Un viejo adagio de los actores reza que es más difícil hacer reír que llorar…
Totalmente. Es más difícil hacer reír que llorar. Lo digo con todo el respeto que me merecen los actores dramáticos, de los cuales yo también formo parte porque he trabajado en muchas obras teatrales de contenido dramático.
Eso tiene que ver con la versatilidad que tienes, lo que te permite escaparle a los encasillamientos…
Mi carrera tiene que ver más con lo que a mí me dan ganas de hacer que con la necesidad de mantener un estilo, una tendencia o un prestigio. Para mí, el actor prestigioso es aquél que hace solamente determinados trabajos. Todo lo que entusiasma, sea actuación en TV y cine o conducción, lo hago. No pienso dos veces qué es lo que debo hacer en mi carrera. Hago lo que siento. Mi carrera es más de pasión que de razón. Estoy feliz por todo lo que he realizado. No me arrepiento de nada…
Gozas de una continuidad laboral que muy pocos actores tienen…
Tengo 28 años de carrera y 46 años de edad. Empecé a los 18. Gracias a Dios, siempre he tenido trabajo y cada vez mejor. No me puedo quejar. Estoy agradecido al medio y a la gente que me acompaña desde siempre.

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