sábado, 8 de agosto de 2009

Tiempo de madurac ión para Harry Potter

Por Emilio Marcelo Jozami

mjozami@elliberal.com.ar


Harry Potter y el Misterio del Príncipe es un filme entretenido. La sexta parte convence en su tratamiento estético pero decepciona en lo narrativo. El misterio y las confabulaciones que caracterizaban a las anteriores, aquí quedan desdibujados por el planteamiento que realizan los guionistas sobre el despertar sexual de los protagonistas.

La fuerza del amor se impone y la magia queda relegada. No está mal que se haya buscado acompañar, en lo ficcional, el crecimiento real de los actores Daniel Radcliffe, Emma Watson y Rupert Grint. “Tienes que afeitarte, Harry. No me he dado cuenta de cuánto has crecido”, le dice el maestro Albus Dumbledore a su alumno preferido.

Así como ésta hay otras frases reveladoras del espíritu de esta saga. Con una puesta más oscura que las anteriores, en esta entrega se enfoca también el accionar más decidido de Voldemort y sus secuaces que intentarán apoderarse de la escuela Hogwart y elucubrar nuevas luchas contra Harry y el ala blanca de la magia.

Con efectos especiales sorprendentes y novedosos, con un formato que se acerca a la telenovela y no al género que lo proyectó mundialmente, con noveles y decisivos personajes, en el nuevo filme de Harry Potter hay menos aventuras y más amor.

¿Y cuál es el misterio del príncipe? Es aquí donde fallan los guionistas porque lo que menos hacen es desarrollar a fondo el perfil del príncipe mestizo, salvo mencionarlo al pasar como para justificar el título del filme.

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