viernes, 28 de agosto de 2009

Entre Bob Dylan y “El Flaco” Spinetta

Javier Malosetti es un artista sumamente versátil capaz de ser la figura más convocante del jazz local, haber dirigido el exitoso programa Música Para Soñar en Telefe, y al mismo tiempo poner su nombre en el inconsciente colectivo del rock con sus ocho años junto a Luis Alberto Spinetta, su relación con Pappo, su sociedad creativa con Rubén Rada, sus participaciones junto a Divididos o Los Tipitos, habiendo además sido elegido por Bob Dylan para compartir escenario en su primera presentación en Rosario en 2008.
Haber formado parte de la banda de Luis Spinetta, y qué “El Flaco” haya participado en tu CD Spaghetti Boogie ¿fue como tocar el cielo con las manos?
No es una frase que yo use (se ríe) lo de tocar el cielo con las manos porque al cielo me gusta más verlo con los píes en la tierra. Luis no solamente participó con ese sólo de guitarra, sino que también escribió una letra para mí. El es muy generoso conmigo.

¿Qué recuerdos lo embargan de aquél tiempo que tocó con Rubén Rada y Pappo?
Luis, Rubén y Pappo son los artistas que más admiro. Con ellos me formé profesionalmente. No es algo que haga ahora porque estoy más focalizado en tocar mi música con mi banda. Ahora, estoy con músicos poco conocidos pero geniales.

A propósito de sus músicos. Usted dijo que representan “Energía pendeja: los pibes son la esperanza eléctrica…”
La verdad que sí. Llevan la música que yo compongo hacia nuevos horizontes y que a mi me entusiasma mucho. Los cambios siempre son buenos. Ellos son Hernán Segret, Tomi Sainz y Nico Raffeta (tecladista de la banda de Pappo).

¿Música para soñar te dio la popularidad negada en los grandes escenarios?
Me llevó a hogares donde no se sabía quien era. Esto es lo más positivo que saco. Estuvo bueno tener una experiencia en la tele abierta, en un canal tan poderoso como Telefe. Ese programa hizo que yo tengo ahora más público y se vendan mis discos.

Si te llaman para hacer bandas sonoras de filmes argentinos, ¿estás dispuesto a repetir la experiencia de Gracias por el juego, de Pablo Salomón?
El cine, al igual que la música, me gusta de distintos géneros y estilos. El buen cine puede darse en una superproducción, con efectos digitales impresionantes y una gran orquesta sinfónica, como también en una película en blanco y negro, en tiempo real, de dos mangos y con un pianito de fondo. Aún no he vuelto hacer música para películas.

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