Ficción y realidad de Clotilde Acosta o Nacha Guevara

Nacha durante su discurso pronunciado, ya como política, en el teatro Argentino, de La Plata.
Por Emilio Marcelo Jozami / mjozami@elliberal.com.ar

Clotilde Acosta, Nacha Guevara para todos, es una muy buena actriz. Nadie puede echar un manto de duda acerca del histrionismo de esta verdadera artista que transitó siempre en la composición de personajes de gran predicamento popular. El de María Eva Duarte de Perón, Evita, es sólo un gran ejemplo del virtuosismo de esta mujer.

Por algo Nacha Guevara estuvo segura de que, luego de 23 años, podía volver a hacer de Evita. Vocalmente está mejor que en 1986 y actoralmente demuestra que el personaje le sienta. El tránsito y la evolución de su Eva son minuciosos y potentes.

Eva, el musical, que repuso con la financiación del gobernador de Buenos Aires, Daniel Scioli, la encumbró en la política, fue el pasaporte que quizás necesitaba para comenzar a militar en las huestes del kirchnerismo. Nacha es Eva y Eva es Nacha. Actrices ambas, supieron, a través de su profesión, obtener lugares claves en los momentos justos.

Eva - El gran musical argentino narra la historia de Eva Duarte de Perón desde que llega a Buenos Aires hasta su temprana muerte a los 33 años, pero pone gran empeño en la faceta humana de la abanderada de los humildes más allá de su vida política y se aleja a la ficticia historia que narra Evita de Tim Rice y Andrew Lloyd Webber, popularizada masivamente por Madonna en la versión cinematográfica del británico Alan Parker.

La segunda esposa de Juan Domingo Perón fue actriz y se encumbró como la Abanderada de los humildes y, posteriormente, en la imbatible referente de los descamisados, como ella llamaba a los más desposeídos.

Nacha es actriz, hizo a Eva y logró llegar, de la mano del kirchnerismo, a la política. Habrá que ver si tiene el mismo predicamento de Evita, a quien compone en forma creíble tanto arriba como debajo del escenario.

Nacha, como en su momento Eva, es carismática y sabe del aplauso del público, conoce lo que es “manejar” a la masa, no le resulta una misión imposible tender puentes entre ella y la gente. Carismática, elegante y señora, durante su discurso de presentación como la Nacha candidata a legisladora, puso en claro su identidad: “Nací como Clotilde Acosta, hace 68 años, en Mar del plata, y nada en la vida me ha sido fácil".

El actor tiene la capacidad de recrear personajes, de vestirse con la piel y el ropaje de otras personas. Y Nacha sabe muy bien de esto. "Yo no estoy aquí para hablarles de política. Yo sé como los artistas, con las pocas herramientas, son capaces de arrancarle un poema a una hoja vacía, un cuadro a una tela blanca y una canción al silencio".

Ella, que viene de una generación de inconformismo y rebeldía, sacó a relucir una expresión que se parece mucho a la de una política en campaña. Dijo que será "inconformista, rebelde y constructiva".

Y la Nacha política ya tuvo una expresión en su contra cuando el titular de la Sociedad Rural, Hugo Biolcatti, había ironizado sobre la candidatura de la actriz invocando a Evita. El dirigente ruralista había sostenido que cuando asuma Nacha Guevara “se van a dar cuenta” que Eva Perón “está muerta”.

Tras sus disculpas, Biolcatti aseguró que "los que no le están rindiendo respeto son aquellos que tienen a la gente engañada en utilizar a una artista disfrazada de Eva Perón", en alusión a Nacha Guevara.

Cuestionarán a la Nacha política, pero difícilmente se animen a pegarle a la artista quien, intenciones aparte, volvió a ponerse la ropa de Eva para demostrar su talento, por el cual cayó rendida a sus pies la crítica especializada de la Argentina y el mundo.

Cuando Clotilde Acosta, Nacha Guevara, interpreta a Eva se apropia del escenario, y no desde un tono autoritario sino con la autoridad que le dan sus dotes artísticas. La Eva que repuso en Teatro Argentino de La Plata, en el mismo donde debutó como política, puede competir con honor frente a muchísimos musicales sobrevalorados que vienen desde afuera. Nacha es Eva.