sábado, 13 de junio de 2009

Up: volar, volar

Por Emilio Marcelo Jozami
mjozami@elliberal.com.ar

Up: una aventura de altura es la película, que tuvo el privilegio de ser la primera de animación en inaugurar en el 62º Festival Internacional de Cannes, está dirigida por Pete Docter, el realizador cuatro veces nominado a los premios Oscar de la Academia de Ciencias y Artes Cinematográficas de Hollywood. De supervisor de animación (y desarrollador de historia/personajes) en la emblemática película Toy Story, a director del éxito mundial Monsters, Inc., Docter continúa impartiendo su toque especial a cada proyecto en el que participa.
PURA VIDA tuvo acceso a una entrevista exclusiva con este enorme director de Pixar Animation Studios.

¿De qué se trata Up: Una aventura de altura?

la historia de Carl Fredricksen, un hombre que ata miles de globos al techo de su casa y sale volando hacia Sudamérica en busca de aventura (Venezuela). En un nivel más profundo, se trata de descubrir en qué consiste, en verdad, la aventura. Es acompañado en este viaje por Russell, un niño explorador que nunca salió de la ciudad. Carl y su esposa, Ellie, siempre soñaron con emprender viajes exóticos y poder ver animales y plantas salvajes.

Más allá de esto, en este viaje, ¿qué es lo que comprende Carl?

Lo que Carl finalmente comprende es que, a pesar de que Ellie y él nunca lograron cumplir ese sueño que tanto deseaban, sí lograron la aventura más maravillosa de la vida: vivir una relación hermosa y profunda. Las cosas que hacen que la vida sea realmente especial, nuestra familia y nuestros amigos, las pequeñas cosas que nos suceden a diario… De eso se trata la vida en verdad. ¿Cómo describiría el estilo de la película?

Este filme es un mundo caricaturizado. Queríamos aprovechar las cosas que nos permite la animación computarizada (riqueza de texturas, detalles, iluminación) pero al mismo tiempo dotar la película de un estilo que hiciera verosímil que una casa pudiera flotar sostenida por globos. La mayoría de las personas en la vida real, si tomamos el tamaño de nuestra cabeza como unidad de medida, mide siete cabezas de alto. Carl mide tres. Es más un dibujo animado y una caricatura que un personaje real. La magia de la animación reside en la simplicidad y la reducción; en quitar cosas y poder resaltar otras.

¿Cuáles fueron los mayores desafíos que presentó esta película?

Muchos de los ingenieros informáticos con los que trabajamos parten de un enfoque lógico, que se basa en la realidad. En el caso de las nubes, por ejemplo, primero investigan cómo se forman las nubes, de dónde surgen, qué sucede a nivel molecular en eso que vemos, y luego intentan recrearlo en el ordenador. Pero a veces, como artistas, deseamos dotar a las cosas de un aspecto más estilizado, más interpretado. Y entonces, por ejemplo, en lugar de diseñar estos bordes estriados, que dejan ver la trama delicada de las nubes, nosotros deseábamos sencillamente crear unas bonitas nubes redondas y simples, que parecieran copos de algodón.

¿Qué impacto cree que tendrán los temas que trata Up: Una aventura de altura?

Todos tenemos sueños y esperanzas. Sin embargo, solemos dar por sentadas las cosas que poseemos, la gente que nos rodea, nuestras familias. Con frecuencia no nos damos cuenta de lo afortunados que hemos sido de tener a estas personas en nuestras vidas, hasta que las perdemos. Y esto es lo que intenta hacernos notar el filme.

¿Cuáles cree que son los mejores logros de esta película?

Creo que lo que más me enorgullece de la película es la emoción que contiene. Quisimos equilibrar la comedia y la aventura con la emoción. A pesar de que se trata de personajes de un mundo de caricatura, la gente ve el filme y me dice: “¡Lloré cinco veces!”. Quizás el término “artificial” pueda parecer negativo, pero para mí el artificio es parte de la magia. Y cuando este mundo inventado se vuelve verosímil hasta el punto de poder hacer llorar o reír al público, allí hay magia.

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