sábado, 20 de junio de 2009

Otelo, un musical impresionante

Por Emilio Marcelo Jozami
mjozami@elliberal.com.ar
PURA VIDA entrevistó en exclusiva a Juan Rodó. El prestigioso barítono habló acerca de las modificaciones sustanciales que Cibrián le hizo al texto original de Williams Shakespeare y de la incorporación de un personaje.

¿El Otelo qué estás representando es lejano o cercano al del Shakespeare?

Hay varios puntos en común. La historia tiene una parte de versión libre y otra que respeta los lineamientos de Williams Shakespeare. En esta adaptación se incorporó un personaje, que es Bianca, amante de Otelo y una especie de Yago en versión femenina. Ella, junto con Yago, perpetra la traición hacia Otelo.

¿Para qué Cibrián creó el personaje de Bianca?

Para reforzar que quien ejecuta la traición es la persona más cercana a Otelo. De esta manera, “Pepe” remarca el efecto devastador que tiene en Otelo el comportamiento de Bianca, con quien estaba a punto de casarse. Esta actitud lo debilita aún más. Se trabaja profundamente sobre estos aspectos antagónicos de las personalidades del ser humano.

¿”Pepe” Cibrián enfoca la historia únicamente en los celos?

Más que en los celos, la historia se centra en la traición y no tanto en la traición de la mujer sino también de sus compañeros amados Yago y Casio. Quizás es más importante la traición de sus amigos, o por lo menos en igualdad de condiciones, la de sus amigos con la de su amada.

Fortaleza, debilidad, poder, sumisión, celos, traiciones, conspiraciones, odios y amores en una puesta que desnudo las miserias humanas…

Y con un Otelo todopoderoso. Otelo es moro y proviene de una cierta casta social inferior. Aún así es una de las personas más poderosas de Venecia. El hecho que haya llegado a un rango tan alto hace pensar que es una persona con más capacidad. Pese a todo, se muestra su debilidad o Talón de Aquiles en la traición perpetrada por la persona amada. El poderoso sucumbe ante esto. Esa fragilidad del ser humano que propone Shakespeare está fielmente reflejada en la puesta que hicieron Cibrián y Ángel Mahler.

¿La incorporación de Bianca desdibuja a la Desdémona de Shakespeare?

No opaca a Desdémona. Bianca tiene una gran participación en el primer acto. Luego, el papel se evanece y ahí adquiere protagonismo Desdémona, quien está simbolizada en las canciones de la Mariposa y en las que hablan de la fragilidad del amor. Ella es como una mariposa, delicada, etérea, volátil y es así como muere. Ese amor tan increíble desaparece en un suspiro, fruto de un arranca de celo y locura de Otelo.

Si bien Shakespeare evita cualquier discusión respecto del Islam en su obra, ¿cuál es el tratamiento que hace “Pepe” en esta puesta?

No se toca ese tema. Otelo es una tragedia, como Hamlet y Macbeth. La sospecha es, quizás, una de las peores desventajas del alma humana. Y el Otelo de Cibrián se parece al de Shakespeare, ese hombre celoso por Desdémona, su mujer, pero tiene sorpresas.

En sus musicales, Cibrián siempre habla del abuso del poder, la eternidad y la libertad, ¿están presentes en esta versión de Otelo?

En este musical se relee a Shakespeare. Además, “Pepe” revaloriza aquí el aspecto de la mujer amada y sus compañeros de batalla. Es una obra intensa que muestra las consecuencias de ese hombre celoso. El musical te propone un viaje al alma de un ser atormentado por los celos a través de un recorrido apasionante.

¿Qué sentiste al enterarte que habían escrito esta obra pensando en vos?

Honrado, orgulloso, sorprendido y agradecido. No existen en nuestro país autores que compongan para un actor. Siento que es una gran oportunidad que me siguen brindando y que reafirma, una vez más, lo que representa no sólo la dupla Cibrián-Mahler sino el trío Cibrián-Mahler-Rodó. Entre los tres obtenemos un resultado poderoso.

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