sábado, 13 de junio de 2009

Moria Casán al 100 %

Moria Casan en su espectaculo What Pass y +

Por Emilio Marcelo Jozami
mjozami@elliberal.com.ar

Activa. Así es Moria Casán. Innovadora, Ana María Casanova (su nombre real) llegará a Santiago mañana para presentarse, a las 22.15, con What Pass y +, la obra con la que gira por el país y llena los teatros de los lugares más recónditos de la Argentina. A poco de su arribo a Santiago, PURA VIDA la entrevistó en exclusiva.

¿Qué la movilizó a escribir What Pass y +?

Me movilizó la posibilidad de llevarle al público Moria 100 %. Quería acercarle todo lo que soy yo, una mezcla de talk show con cosa espontánea, con divertimento, algo desprejuiciado y todos mis proyectos empresariales con la cosa artística. El show es un zapping, una performance, con mucho humor, interacción con la gente, quien durante las dos horas de duración del espectáculo se reirá sin parar. La gente se divertirá. Hay una historia concebida en la que, en todo momento, se rompe con la cuarta pared. (La cuarta pared es la barrera imaginaria que está entre el escenario y el público).

¿Moria Casán es una artista que ha trascendido el cuerpo?
Siempre trascendí todo: a la vedette, a la actriz. Creo que debe ser el crecimiento y mi disfrute escénico. Me gané todos los premios del mundo. Cuando uno está seguro de lo que hace, el público lo compra. Lo que uno no tiene que comprar es lo que hace uno. No existe la desidia en mi vida. Me desdramatizo del hecho de la fama y me observo. Moria es la que tiene que vender entradas y llevar al público, pero en el escenario hay que sorprender. Eso es un artista: el que moviliza, el que no se queda, el que trasciende al cuerpo. Enseguida que entré, ascendí como figura. No hice “banco”. Yo soy historia.
¿Se considera una transgresora, vanguardista, mediática o mujer de armas llevar?
Me considero una mujer libre. No soy una mujer con rótulos. A esos rótulos los pone la sociedad. Lo que nunca negocié fue mi libertad. Es por eso que soy una mujer que celebra y disfruta. Por eso es que cada día empiezo de nuevo. Adoro mi condición femenina. No soy feminista. Todo lo demás puede pasarse por un tamiz que no sea ni tan riguroso ni tan conflictuado. Soy la única cosa viva que queda de la revista tradicional.
¿Qué es ser artista?
Una persona con capacidad de crecer sin reiterarse en la vida. Yo soy una artista. Yo, siempre estoy adelantada veinte años. Yo hago cosas que ahora recién empiezan a estar en boga. Hice un programa con mis dos maridos, farandulicé la política en 1990 con A la cama con Moria y conduje un talk show cuando nadie se animaba a desnudar su intimidad en público. Tengo la sensación de libertad que empleo en mi vida. Es como con los hijos, los creo y después los dejo. No me gusta repetir las cosas que hice.
¿Fue esa concepción de la vida que la llevó, en el 2005, a postularse como candidata a diputada por Buenos Aires por el Movimiento Federal de Centro?

Exactamente, y tuve una muy buena respuesta del público. Me largué a una aventura por intuición y no me arrepiento para nada. Para mí fue una prueba muy buena. Yo tengo una cercanía enorme con la gente. Si bien no tengo pensado postularme nuevamente, sí voy a seguir trabajando por la gente. Me parece que tengo que rendir con toda esa gente que creyó en mí y me apoyó absolutamente a través de su corazón. Me gustaría trabajar más por la mujer porque somos las grandes postergadas.
Ideológicamente, ¿estás más en el centro o en la derecha?
Soy de centro. Una persona moderna política no se define ni de derecha ni de izquierda. Todos los extremos siempre son perjudiciales. Soy una mujer a la que le encantaría trabajar por el bien común. Hice un buen papel, tuve una gran cantidad de votos.
¿Nacha Guevara y Hebe de Bonafini son enemigas o circunstanciales adversarias?

Ni una cosa ni la otra. Me divierten porque no las puedo tomar en serio. Ni enemigas ni adversarias, son mujeres que respeto en algún punto y en otros no. Donde no las respeto, las combato como hacen ellas conmigo.

¿Esa soltura de lengua que tiene Hebe de Bonafini no hace daño al país…?
Creo que es una señora mayor que tiene graves problemas. A mí me enseñaron que a la gente grande hay que respetarla y…bueno, está bien, pobre mujer, que diga y haga lo que quiera. Se nota que tiene una neurosis no controlada. Es una mujer maleducada que falta el respeto a todo el mundo.
¿Ser hija de un militar le ha dado esa forma tan frontal de enfrentar la vida?

No, porque mi padre era todo lo contrario a un militar. Ingresó en el Colegio Militar como para tener un sueldo, su comida. Era músico, era un bohemio y tocaba el saxo. Me enseñó teoría, armonía y solfeo. Por él empecé a estudiar piano y me recibí como profesora de piano. Por él teníamos abono en el Teatro Colón. El gusto por la música clásica me lo inculcó mi padre. No era subordinación y valor todo el día. Tuve una muy buena educación y una hermosa infancia. Me encantó ser única hija y nunca añoré un hermano.
¿Qué sensaciones le embargan saber que su hija siguió sus pasos y el de su abuelo?
Mi hija es una actriz increíble, con una sensibilidad impresionante. Está con películas para estrenar y otras para filmar. Próximamente, estrenará Tetro, de Francis Ford Coppola, y Paco, de Daniel Rafecas. Además, tiene una temporada de teatro. Sofía es una actriz exquisita que será una actriz fetiche del cine argentino.

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