Por Emilio Marcelo Jozami mjozami@elliberal.com.ar
Sentimientos encontrados afloran con claridad en “Días de Libertad”, obra protagonizada por cuatro travestis santiagueños. Podra verla nuevamente el 28 de abril, en Adatise. Recomendable.
(EL LIBERAL/ Tomás Marini)
No discriminar y propender a la inclusión social es el mensaje de “Días de libertad”, obra que se repondra el 28 de abril proximo en Adatise, sala ubicada en Libertad Nº 175, de Santiago.
Esta propuesta teatral fue concebida por un grupo independiente de teatro que surgió de un taller de iniciación teatral para la comunidad transgénero, y tiene como protagonistas a María Marta Contreras, Luisa Paz, Sandra Castillo y Laly Rolón.
Sin experiencia actoral alguna, María Marta, Luisa, Sandra y Laly, integrantes además de la Asociación Travestis, Transexuales, Transgeneros Argentina, cumplen con eficiencia la construcción de sus personas: se interpretan a si misma.
Con un texto sencillo, de fácil comprensión, “Días de Libertad” es crítica con los comportamientos que adopta la policía antes de la realización de los corsos en Santiago y después. Crítica la brutalidad a la que son sometidas estas personas transgénero.
En un escenario despojado de escenografías impactantes, el guionista y director teatral, Fabián Ávalos, se vale de las experiencias propias de María Marta, Luisa, Sandra y Laly y así referirse también a la marginación que éstas sufren por su condición sexual.
Sin golpes bajos ni lenguaje soez, Ávalos habla también del amor y el desamor, la soledad y la necesidad de que los derechos de estas personas sean reconocidas. En este sentido, baja línea acerca de la actitud hipócritas que la sociedad tiene con ellas.
Con una marcación actoral precisa y una historia con un contenido real, sólido y bien sostenido, “Días de Libertad” no solamente crítica por criticar sino que además es autocrítica con el desenvolvimiento, a veces mezquino, de los propios travestis.
Dicen que el teatro es un espejo donde se refleja la vida. En “Días de Libertad”, las cuatros travestis santiagueñas encontraron un lugar para relatar sus días de gloria, de opresión, de ocasos, de alegrías y de búsquedas interminables.
La obra es una oda a la vida, a expresarse sin ataduras morales, al urgente manifiesto de ser aceptados como son. Es un clamor que, en clave de humor, las protagonistas desnudan sus almas y revelan la necesidad de derribar fronteras propias y ajenas.
“Que difícil es ser travesti”, reflexiona Luisa en un monólogo donde derrama lágrimas de verdad. Mientras lo expresa, se libera de una campera para dejar ver una remera blanca con una inscripción más que significativa:”No a la transfobia”. Está todo dicho.
sábado, 11 de abril de 2009
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