martes, 7 de abril de 2009

“Meryl Streep es traviesa”

Meryl Streep y Philip Seymour Hoffman en una secuencia del filme “La Duda”.

El director del filme “La Duda”, John Patrick Shanley, en el marco de una conferencia de prensa on line, habló acerca de su experiencia de dirigir a Meryl Streep. EL LIBERAL participo en exclusiva de este encuentro vitual. Alli, brindó detalles de cómo adaptó al cine el guión que él escribió sobre este hoy consagrado filme.

Por Emilio Marcelo Jozami

mjozami@elliberal.com.ar


En 1990 se hizo conocer con el filme “Joe contra el volcán”. Después, pasó mucho tiempo sin que supiéramos nada de John Patrick Shanley. El año pasado reapareció con un filme reflexivo y con tintes autobiográficos: “La Duda”, protagonizada por Meryl Streep, Philip Seymour Hoffman, Amy Adams y Viola Davis.

Shanley llevó a la pantalla grande el guión de teatro que el mismo escribió. “Doubt”, su nombre en inglés, está ambientada en 1964 y nos introduce en una escuela católica del Bronx para seguir la confrontación que se produce entre la superiora de las monjas (Meryl Streep) y un cura (Philip Seymour Hoffman) que es acusado de pedofilia. Próximamente, Disney, editará un DVD con detalles de esta película. Patrick brindó una conferencia de prensa on line, de la cual participó en exclusiva PURA VIDA.

¿En dónde obtuvo la idea de “La Duda”?

“Escribí “La Duda” durante la invasión de Irak y escuché a mucha gente en televisión que sonaban muy certeros sobre la manera de ser de las cosas y me sentí oprimido. Y cuando le puse un nombre a la opresión sentí que eso eran dudas. Cuando nombre al sentimiento ese como opresión, me recordó a otro período de mi vida en los ´60 cuando sentí opresión y dudas. Los 60 fue una época de grandes cambios y golpes”.

¿Por qué hizo de la obra una película y cual es el valor agregado de ella?

“Cuando conté la historia como una obra tenía una comprensión grandiosa de la historia. Cuando la hice como filme, fui capaz de abrirla a dimensiones naturales que incluyeron a estudiantes, monjas en conventos, sacerdotes en rectorías y la congregación. Todas las escenas con los niños son nuevas. Las escenas en la rectoría, en el convento o en clase no estaban en la obra. La película fue esculpida de acuerdo al rendimiento de los actores. Mientras los actores iban conformando una noción de cómo la escena debía ser tomada, Roger Deackins y yo trabajábamos en sus actuaciones”.

¿Qué interpretaciones o variantes que estuvieron ausentes en la obra original fueron contribuidas por el elenco de la adaptación en la pantalla?

“Meryl Streep tuvo un gran momento de confrontación en la escena con Phillip Seymour Hoffman cuando ella comienza a contestarle su pregunta: “¿Alguna vez hiciste algo mal?” Confiesa como si uno le confesara un pesado a un cura. Esa fue una interpretación que nunca había pensado, pero me gustó”.

Meryl Streep es considerada como una actriz de actrices y es adorada por el público. ¿Es ella muy grande para ser dirigida?

“No, ella es dúctil, eminentemente dirigible. Es traviesa, extremadamente inteligente y una presencia divertida en el set. Aunque ella no sabe, ella esta bien la mitad del tiempo. Por esa razón le gusta y disfruta ser dirigida. No quiere terminar en la luna”.

Considerando que la película esta basada en una obra de teatro ¿Cuáles fueron los desafíos de poner en escena algo que ya había sido puesto en escena?

“El gran desafió fue convertir la obra en pantalla porque en la obra sólo había cuatro protagonistas. Convertirla en un moderno filme es un desafío bastante grande. Muchos fueron los cambios desde los días de “Heredar el viento”. Lo que en principio parecía una dificultad con la escasez de personajes, resultó ser la respuesta, lo que fue innatural fue dejar a tantos personajes afuera. Como película, tenía sentido incluir a los niños, ellos estaban discutiendo sobre la congregación y el vecindario de clase trabajadora.

La Duda” pasa en todos lados ¿Por qué eligió este set en particular?

“El set me eligió a mi. Crecí en un barrio de clase trabajadora en el Bronx y la duda está realmente situada ahí. El exterior incluye la escuela de la iglesia a la que fui, las calles donde me crié y los tejados en donde jugaba”.

¿Cuán desafiante fue la filmación de la escena final de confrontación?

“Fue un acto atlético de los actores. Para cubrirlo apropiadamente tuvimos que pedirles ir a un lugar de extremo peligro durante tres días. Tuvimos que parar la escena varias veces frente a cientos de miradas y sonrisas, acciones realistas motivadas para justificar el número de movimientos necesarios de la cámara para mantener la escena vital”.

¿Cómo enfocó la adaptación cinematográfica del sermón de apertura?

“Cuando estuve re escribiendo el guión, me di cuenta que debía haber una escena en la cual los dos combatientes se vieran cara a cara por primera vez y dictada la forma que escribí la escena la disparé desde ahí. La hermana Aloysius entra en su contrapunto con el sermón del padre Flynn”.

El punto de vista de la película deja un sentimiento de dudas al final ¿Creó una imagen de lo que le pasó a usted?

“El cuento es contado desde el punto de vista de las monjas. Sabemos lo que ellas saben y ellas no lo saben todo”.

A pesar de que la película sobre el final no es específica sobre que sucede ¿Recibiste alguna respuesta negativa por parte de la iglesia católica?

“No, por el contrario. He hablado por un gran número de sacerdotes, monjas y hermanos y todos coinciden en una respuesta positiva con el material”.

En “La Duda” hay una comparación entre la tradición y la innovación. En estos días, de cara a la devaluación económica, ¿podemos volver a los viejos valores?

“No creo que se pueda volver atrás, pero nunca algo se pierde. La historia de la raza humana informa las acciones de cada persona. El cambio siempre envuelve una perdida. Lo que nosotros experimentamos es una perdida ahora, es un aspecto de un cambio. Creo que los cambios que estan sucediendo en el mundo ahora necesitan transpirar, pero sangrarán en el piso”.


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