mjozami@elliberal.com.ar
La imagen es lo que cuenta para los políticos. No importa si no tienen una propuesta seria capaz de dignificar a su pueblo. Interesa más como aparecen ante la opinión pública. Están pendiente de lo que se dice de ello en los medios.
Los políticos reales son más actores que los propios actores. Estudian técnicas de actuación que después exhiben sin pudor en el escenario de la vida. Son histriónicos y capaces de vender una imagen en el afán de conseguir un voto.
Están atentos a Gran Cuñado, especialmente aquellos que son parodiados. El reality relanzado por Marcelo Tinelli les mete más miedo que los reclamos auténticos que hace la gente en materia de educación, salud, caminos y seguridad.
“Saben que no hay nada peor que la risa. La risa los desautoriza. A lo único que no puede desafiar el autoritarismo es a la burla, porque la burla implica falta de respeto. No importan las caricaturas si las acciones de gobierno son concretas, favorecen a la gente, la pobreza baja, el laburo sube y la moneda se mantiene fuerte”.
Estas son palabras que Enrique Pinti le dijo a EL LIBERAL cuando se refirió a las razones por las que Gran Cuñado les infunde miedo. Son caricaturizados y se le falta el respeto por que la pobreza aumenta, por que no hay trabajo y falta seguridad. En vez de cuidar eso se preocupan de que nos los carguen”, supo decirnos el gran monologuista.
Gran Cuñado no es para preocuparse. Es parte de un show más allá de que nos quieran hacer creer que es el espejo de una realidad. Nada más alejado de esa realidad. Gran Cuñado es una “mentira” concensuada entre Ideas del Sur, la productora de contenidos de Tinelli, y el público acostumbrado a simplificar las cosas.
Los políticos argentinos están obsesionados con esta poderosa arma que creo Tinelli. El mundo habla del miedo que tienen los dirigentes políticos a esas caricaturas. “En Gran Cuñado, que bate récords de audiencia, las parodias a los políticos y su expulsión de la casa preocupan más que los sondeos de cara a las decisivas elecciones legislativas”, reflejó hace días el portal Telemadrid. Una realidad bien remarcada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario