viernes, 10 de julio de 2009

Ivanna Speranza: la soprano que aprendió con el maestro de Pavarotti


Por Emilio Marcelo Jozami
mjozami@elliberal.com.ar
emiliomarcelojozami@hotmail.com
Ivanna Speranza, tiene el corazón repartido entre Italia (donde está radicada y desarrolla su carrera), Córdoba (lugar de nacimiento) y Santiago del Estero (domicilio actual de sus padres y hermanos). Se fue de Córdoba (a los 21 años) a Módena, luego de que el maestro de Luciano Pavarotti, Arrigo Pola, la aceptara en su escuela. Atrás quedaron años de canto amateur en coros, participaciones en programas televisivos, el folclore y el melódico.

Fue en una presentación lírica -interpretando un pequeño rol en Elixir de amor - donde Ivanna quedó prendada de la experiencia. A tal punto que no dudó en dejar el tercer año en la Facultad de Medicina y los estudios con Teresa Landín en el conservatorio cordobés, para pedir una audición con el maestro Pola. Hoy triunfa en Italia. PURA VIDA la entrevistó en exclusiva.

Naciste en Córdoba y tus padres viven hoy en Santiago. ¿Cómo llegaste a Parma?


Tenía 21 años cuando dejé mi provincia natal, Córdoba, y mi padre todavía no vivía en Santiago del Estero. Llegué a Parma después de haber vivido cuatro años en Módena, ciudad de origen del maestro Pavarotti y de la señora Mirella Freni (La soprano italiana Mirella Fregni, conocida como Mirella Freni (Módena, 27 de febrero de 1935), es una famosa cantante de ópera, admirada por su voz y su talento interpretativos), con quien comparto aún tantos momentos de perfeccionamiento. Parma es conocida en el mundo como la ciudad verdiana (Giuseppe Fortunino Francesco Verdi. Nace en La Roncole el 10 de octubre de 1813, en el ducado de Parma (entonces parte de Francia). Mi primer Rigoletto (ópera de Giuseppe Verdi) fue allí, después vinieron Falstaff (también de Verdi) y otros títulos pero las primeras emociones, los primeros escenarios internacionales dejan un seño… Quizás porque empezamos a descubrir que nuestro deseo es permanecer allí, para transmitir lo que sentimos, toda la vida si fuera posible.

¿Qué importancia tiene en tu vida Arrigo Pola, el maestro de Luciano Pavarotti?

Él fue la primera personalidad importante en Europa que me abrió las puertas de su casa, de su enorme experiencia. La primera persona que habiendo escuchado voces toda su vida, a sus 80 años y enfermo se levantó de su siesta y se sentó al piano para mí, en un horario en el que él no recibía gente en su estudio.

¿Cómo sobrellevas el desarraigo?

Con espiritualidad, con fe e inevitablemente con dificultades muchas veces. No es fácil. Cuanto más uno crece, más extraña a los padres, la familia, los amigos. La euforia y la fuerza avasalladora de la juventud van mermando y dando lugar a las pocas cosas esenciales que forman parte de las prioridades de una persona adulta. Y una, mas mujer se convierte, mas entiende a sus padres… Más los quisiera cerca cuando se viven tantas cosas lindas lejos de casa. Pero digo con alegría, que todo este tiempo no ha sido vano ni para ellos ni para mí. La constatación de todo esto ha sido la emoción que hemos compartido juntos hace poco tiempo en Buenos Aires.

¿Has tenido que crecer de golpe a partir de la decisión de radicarte en Parma?

Indudablemente. Ya ni cuenta llevo de las cosas a las que he renunciado, pero es tanto lo que he adquirido que estos treinta años que tengo me parecen muchos mas… Sigo de viaje, hace diez años que estoy de viaje. Cuando vuelvo a mi pais reposo, reposa mi corazón completamente, reposo en el perfume que tiene la Argentina y que reconozco entre miles de perfumes.

¿Es difícil para una cantante argentina triunfar o encontrar un lugar allá?

Es difícil para cualquier cantante, independientemente de su nacionalidad. No me he sentido discriminada nunca, soy ciudadana italiana en realidad, y ¡he recibido tanto de los italianos! La situación actual es difícil porque la gestión organizativa en los teatros obedece a esquemas precisos en los que se necesita el respaldo de una grande agencia.

El papel de Violetta Valéry es desencadenante en la historia de La Traviata, ¿has tenido mayores exigencias vocales para componerlo?

Sí, sin dudas. Violetta es uno de los roles más difíciles para un soprano, con mis características o sin ellas. Para mí fue un triunfo muy grande porque no obstante los años de estudio, quise encararlo sola. Sabía que el trabajo minucioso y personal en esa situación, habrían representado el 80% de su funcionalidad. Llegué a Buenos Aires con mi Violetta adentro, con mis deseos de mostrarla, con mis límites lógicamente, pero con mi enorme entusiasmo porque era el primer título protagonista con el que me presentaba en la Argentina.

En esta puesta del clásico de Giuseppe Verdi, ¿es Violeta la que debe salvarse o es ella que anticipa la tragedia y tiñe el entorno que la rodea?

Violetta se purifica a si misma y purifica el entorno que la rodea desde el momento en el que decide de enfrentar la muerte amando como nunca había amado durante toda su vida. Opino personalmente que no existe tinta indeleble, capaz de modificar nuestro destino y el de los nuestros, mas grande y potente que el Amor, o desgraciadamente el “desamor”. La desolación no es otra cosa que la falta de amor, que no es otra cosa que nuestra desnaturalización. La Traviata es la historia de una mujer sola que descubre demasiado tarde que puede ser emocionante amar siendo amada; y hace todo lo que puede para sentirse pura temiendo de no haberlo sido, mortificándose por no haber podido amar de otra manera cuando estaba mas cerca de la vida que de la muerte. Y ofrece todo, sacrifica todo, para aferrarse a la mejor parte de si misma, para sentirse con el derecho de gritar que quisiera vivir y que de la vida ha entendido lo esencial, antes de dejarla.

La crítica ha dicho ha dicho que la Violeta Valéry que encarnas “es irreprochable tanto vocal como actoralmente y de una arrolladora potencia dramática…” ¿Cómo te sientes?

Me siento agradecida con Dios, porque en ciertas situaciones es inevitable pensar que no estamos solos. ¿Tienes pensado presentar La Traviata en Santiago o presentar sola un espectáculo? Me encantaría. Sería hermoso. En el 2010 vuelvo a Buenos Aires a representar la ópera Serse, de Haendel. Espero en esta posibilidad de realizar algo con y para ustedes.

¿Tienes pensado presentar La Traviata en Santiago o presentar sola un espectáculo?

Me encantaría. Sería hermoso. En el 2010 vuelvo a Buenos Aires a representar la ópera Serse, de Haendel. Espero en esta posibilidad de realizar algo con y para ustedes.

Cuéntame cuál o cuáles son tus proyectos y que estas haciendo ahora.

Me han propuesto la registración de dos discos, uno lírico y otro del genero Bosanova, tras haber sido contactada por el famoso autor norteamericano de columnas sonoras de cine Randall Meyers. En agosto vuelvo a cantar en Roma, Umbría, Bergamo y Piacenza. Prometo hacer llegar a la Argentina alguna de estas grabaciones. Y…. Confío en que nos veremos pronto. Un abrazo a todo Santiago.


Radicados en Santiago

Ricardo Speranza, oriundo de Córdoba, está radicado en Santiago desde hace diez años. En la Docta fue gerente de Lutz Ferrando. Una vez que se desvinculó de ese cargo, decidió venir a la Madre de Ciudades para abrir una sucursal de esa óptica. Tiene cinco hijos. Ivanna es la mayor, con 31 años de edad. La sigue Valeria (28), que es Óptica contactóloga; Mariano (26), es músico y vive en Parma con Ivanna; Noelia (19), vive en Santiago y estudia Abogacía y Luciana (17), estudia en el Colegio Belén, de ciudad capital.

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